lunes, 21 de mayo de 2018


LA COCAÍNA Y YO

Llevo diez años viviendo con mi abuela. Hasta hoy, que se ha ido para siempre. Y aunque Elena se esfuerce en querer animarme, yo a quien llamo para alegrarme el alma es a María, una artista de la pintura que conocí el año pasado en un recital de Latintavino. A ella le cuento sobre mi abuela. Joder, le digo, no hay derecho. Pero con María solo hago que hablar y aunque me muera por perderme entre su cuerpo, decido que no tendría sentido traicionar a Elena solo porque todavía no haya podido retenerme como un alma entre sus brazos.

Por eso he empezado a consumir cocaína. Conozco a un tío llamado Cristian un sábado noche y me habla de la muerte. Me cuenta que ya ha enterrado a dos abuelos, una hermana y un padre. Saca de la cartera una bolsa blanca más pequeña que un meñique y coloca delicadamente el polvo que sale de ella en la repisa de un escalón. Con el carné de biblioteca forma dos rayas de nieve separadas solo por la suciedad del suelo.

_ En fin, – me dice – esto es lo único que nos queda. ¿Verdad?

Enrolla a presión un billete de cinco euros y colocando una punta del papel dinero sobre el polvo y en la otra su nariz, aspira con violencia hasta que la nieve desaparece de su origen y traspasa las hendiduras para colarse por completo en su cerebro.

_ Te toca – me dice.

Miro a Cristian. Me da su aprobación asintiendo con la cabeza. Coloco de nuevo el billete en posición y mientras el infierno se amontona en mi nariz noto que me desvanezco en un invierno que se envenena con mis miedos.

_ ¿Qué sientes, Mario? – me pregunta.

_ No sé. Ya hace tiempo que no siento nada.

Practico el mismo ritual todos los fines de semana y acabo por perder el control de todo lo que me importa. Escribo mucho, escribo casi tanto como me drogo y empiezo a ver a Elena tan poco que lo único que nos une son todos esos benditos polvos que pegamos. A María la sigo llamando cada vez que el mundo se derrumba.

La cocaína es una porquería.

Yo he probado polvos mejores.

Mario Miret (ocurrido en noviembre de 2009)

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