viernes, 24 de diciembre de 2010

EL ESPEJO AJENO 1

La vida de la inconsciencia


Hoy no es un día cualquiera.

Hoy se ha levantado temprano, al son de las campanadas de mediodía, y al verse desnudo se le ha ocurrido una idea genial que segundos después ha comenzado a poner en práctica. Pero, al tercer parpadeo miope por la situación, una chica de ésas que hay que mirar a los ojos le ha llamado entre lágrimas al enterarse de la noticia de moda.

Los instantes siguientes han sido de incertidumbre, de extrañeza, de incredibilidad, de miedo. Lo juro. Su cuerpo ha dibujado un estado de tristeza completo pese a la alegría con la que había comenzado la mañana. Vuestras vidas también están inconscientes a partir de ya.

 Tú, que arrastras una mediocre sensación de poder al tener encantos que parecen diseñados únicamente para ti. O tú, que luchas por un beso simulado como si la vida te fuera en ello. Vosotros, que bailáis rebozándoos en la excitación de acartonadas canteranas egocéntricas. O ellos, simplones personajes cubiertos de abundante simpática hipocresía. Todos, hoy, vuestra vida es inconsciencia.

Esta tarde, él sentía frío al imaginar su cuerpo inundado de dolor, sin lengua alguna a la que poder besar, con la mirada perdida en un infinito tan lejano que ni su propio  amor podía encontrar. La chica que le ha llamado se imaginaba lo peor, el final de una vida que todavía no había acabado de empezar. Una vida inconsciente, como la inconsciencia de vuestras vidas en el día de hoy. Un día en el que la chica de los ojos ha caído fulminada al llamar.

Hoy se ha levantado temprano, al son de oír un gallo cantar, y, al verse desnudo en el sofá, ha imaginado que algo iba mal. Ha llamado a una chica de ésas que más vale mirar que besar para certificar entre lamentos incontrolables la noticia del momento. Y él, ha caído fulminado al llamar.

No nos ponemos de acuerdo para querer, pero queremos sin querer.

La chica de los ojos llamó, pero él nunca llegó a cogerlo. Él la llamó una y mil veces y nunca nadie contestó. Dicen que murieron a la vez, desde distinto lugar, y tal vez sin saber el por qué. Nadie sabe si se querían, ni siquiera si se llegaron a conocer. Nadie sabe por qué se fueron. Nadie sabe si existieron.

lunes, 20 de diciembre de 2010

NOSTÁLGICOS ANTECEDENTES

De calvorotas malolientes

                                                  
        "Un vídeo vale más que mil relatos"



¿Por qué huele así? Pasillos interminables con habitaciones pares a la derecha e impares a la izquierda. Entre la 249 y la 251 una salita de espera. Sentarse es caer rendido, es aceptar tu condición de desgraciado. Se piensa por qué no vendrá Nicole Kidman a perfumar este antro. Luego te das cuenta de que ni el mismo Chanel nº5 sería capaz de llevarse este olor a sangre coagulada.

Entrar es de valientes, respirar es de héroes, quedarse es un peligro. Del revistero de la salita coges la “Diez minutos” y matas el tiempo. ¿A quién le puede interesar el divorcio de un torero en estas circunstancias? Luego maldices no encontrar la “Interviú”.

Echas un vistazo por la ventana. Los niños juegan en el colegio corriendo detrás de un balón. Te preguntas por qué a ti y no a ellos. Te ríes cuando mirándote al espejo piensas que ha sido obra de Dios que quiere desprenderse de tal feto humano. Te ríes más cuando piensas que incluso estás creyendo en Dios.

El hilo musical en la salita es excepcional: "Esta música anima hasta un muerto". Te llaman la atención por tal frasecita tabú y les haces un gestito con los dedos: "Era irónico, con esta musiquita yo también me moriría". 

 En la 257 recogen el cabello de un señor al que le han dejado tan calvo que no sabes dónde acaba su frente. Imaginas que ese pelo se utilizará para futuros microinjertos, los cuales a ti te vendrán como flor al capullo.

Pero qué tendrá ese olor que te atrae como dedo a orificio. Y no eres capaz de disimular dicha atracción y las enfermeras se preguntan por qué no sales de una vez del servicio. Incluso las invitas a entrar, y jugar con ellas a los médicos. "Mi sueño es que me practiquen felaciones en la puta salita de espera".

Y es que aún no lo sabes, no sabes lo que es besar, correr sin cojear, patinar sobre hielo, vivir sin vomitar. Y lo que más echas de menos, preocuparte por tu peinado, por los calzoncillos a juego con la camiseta, por el pivón de la clase de al lado, por la enésima espinilla en tu piel.

¿Puede haber algo peor que un grano? ¡Maldita espinilla me dan ganas de morirme!

martes, 14 de diciembre de 2010

TERAPIA CUARTA

 Las ardillas van de "culo"

Tampoco hay mucho que escribir. Y, sinceramente, no hay nada que contar. La habitación de al lado está vacía, pero siempre había estado habitada. Ahora se guardan las bellotas que se recogen durante todo el año debajo de la que fue su cama. La ardilla no para de caer del árbol una y otra vez, y cada vez que cae, una parte suya desaparece.

Hace dos años que la soledad nubla sus bellotas, pero la recolecta de esta temporada ha quedado, más que nunca, colgando de un hilo,  como un péndulo que ya no sabe qué hora marcar, como una mirada que de lado a lado la mira sin cesar. En la calle hace frío y la gente no sale a pasear, la casa está caliente, su calentura corporal; la habitación está vacía, su vacío cerebral.

Es un don que ofrece la naturaleza el de la muerte, un don tan especial como espacial. Espacial como una ardilla voladora, una ardilla en busca de su locura intergaláctica, una locura en forma de una pasión tan desatada que ni la bellota más fructífera acabaría por frenar. La habitación de al lado huele a batín, los batines no huelen, pero para la ardilla sí. El misterio de una muerte que la acabará por matar.

No se trata de pensar qué escribir, ni siquiera hay que escribir para soñar. Las ardillas son gilipollas. Las ardillas no saben desear. Las ardillas no se enamoran. Las ardillas no se fijan en un culo como aquél. Más allá del concepto. Más allá de cualquier otra cosa. La ardilla abre la puerta de la habitación, se desnuda, se pone un batín y empieza a contar. Son diecinueve bellotas para una delgada ardilla.

Y ahora por favor, no me molestéis. Quiero pensar en aquel culo.

(Incluido guiño cómico a Charles Bukowski)

domingo, 12 de diciembre de 2010

RUTINAS ASCENDENTES

La soledad
" Solo el que está solo, sabe realmente lo que es estar solo"




- Haga el favor de pasar, no se quede ahí plantado como un pasmarote. 

- Usted sabía que volvería, ¿no es así?

- Sí hijo, mi deber era saberlo.

- Lo siento, nunca debí enfurecerme. Espero que no sea tarde para que acepte mis disculpas.

- Descuide amigo, vuelve a ser bienvenido. ¿Qué le pasa por la cabeza?

- Escalofríos, imágenes horribles, gente que no para de gritar. Ruido, un ruido que retumba en mi cabeza y me impide pensar.

- ¿Se ve a usted mismo en esas imágenes?

- Sí, claro que sí. Estoy solo, muy solo. Yo, en un portal, encogido, y balanceándome sobre mí mismo. 

- ¿Por qué nadie va a hacerle compañía?

- Tienen miedo de acercarse a mí, miedo de que les haga daño.

- Tienen miedo de usted, en cambio se gritan entre ellos. ¿Por qué lo hacen?

- Prefieren ser heridos por desconocidos. Ellos prefieren morir en manos enemigas que en mis propias manos.

- ¿Pero usted piensa en hacerles daño?

- No, nunca lo haría. Pero uno debe explotar por alguna parte, uno no debe reprimirse jamás, uno debe hacer frente a lo que le fascina.

- Los límites de la realidad ya están establecidos, haga el favor de no intentar quebrantarlos.

- La nostalgia consiste en el aroma respirado. Y, o yo tengo un olfato muy desarrollado, o es cierto que estoy ahí, en un portal muriéndome de frío.

- Pues respire, respire ante el espejo y se dará cuenta de si realmente está o no está solo. Cuando uno se ve reflejado, es capaz de ver a toda la gente que le rodea detrás de sí mismo. Pruébelo, pruébelo y saldrá de dudas.

- Imagino que aún debo seguir con las terapias, ¿verdad?

- Deje que todo fluya, todo camino lleva a algún lugar.

- Buenas noches y hasta pronto, hasta muy pronto.

- Hasta otra, amigo, de nuevo vuelve a ser un placer.

lunes, 6 de diciembre de 2010

NOSTÁLGICOS ANTECEDENTES

Estoy ardiendo
 "Solamente quedará una persona, y no, ésa no será la más guapa".

La sensibilidad condiciona gallardía a la vista,
y si no lo hace,
al menos debería.

 
Rodeado de radicales, extremistas, híbridos, indiferentes, homosexuales, transigentes, fanáticos de Dios, agnósticos, ateos, tránsfugas, enfermos del sexo o alérgicos a él, pervertidos, resultonas, frescas, mojigatos, idiotas.

Enamorado perdidamente de neófitos, perras malolientes, inútiles salvajes, depravados sexuales, descerebrados analmente. De orientación sexual indefinida, como indefinido es lo que escondería en mis enaguas si fuera mujer

Difícil de entender, de agradar, de querer. Fácil de usar, inteligente manipulación femenina al acecho del timón. Desconfiado de quien lleva chándal, de las buenas intenciones, de las amistades publicadas

 Ahora me gusta una chica, y me estoy muriendo por ella, ella lo sabe y no se suicida. El otro día me tocó y no sintió nada. Se cree que soy mujer. Ahora soy su mejor amiga.


Le he dicho que no soy nadie, solo un escaparate de congelados. Que rompa el caparazón, que el calor lo llevo dentro.

viernes, 26 de noviembre de 2010

TERAPIA TERCERA.

 Desde un lejano lugar.


Pensamos que no nos equivocamos cuando creemos que hacemos lo correcto. Pero lo correcto a veces no lo es. Nos jugamos la vida cuando actuamos por vanidad, dándole protagonismo a una conciencia tan impulsiva que puede llegar a matar, como los animales. Y la muerte es silencio, es escapar de una mente de la que te has enamorado, una mente por la que darías la vida. Pero olvídalo, tú en esta historia ya estás muerto.

Maldecimos cualquier instante que haya ocasionado temerosas consecuencias. Amanecemos con el estómago revuelto por culpa de la incertidumbre, por culpa del vacío tan extremo que ha quedado impregnado en la memoria para siempre. Y quizás aprendemos la lección, porque después de buscar un sitio en su lugar, hoy al despertar, solo hay indiferencia.

Luchamos por volver, como nos dejaron volver en su momento. Pero la barrera esta vez se rompió, como quien estampa su cerebro ante el espejo, como quien se acribilla puñaladas en el pecho. Y vagamos en el olvido de su ser, observando su lugar desde un sucio cristal, muriéndonos de frío, aparentando la sonrisa para el mundo. Sin embargo, el límite, en esta ocasión, se sobrepasó.

Desaparecemos de una historia en la que siempre quisimos actuar. Anochecemos ante la ausencia de un aroma que empapó el aire eternamente. Porque la despedida es así, apagando una vista que no la vuelve a mirar, unas manos que nunca más la tocarán y un oído que se escapa con el adiós que le escucha pronunciar. Y naufragan las palabras, como quien naufraga en su mirada, poniéndole a este relato un punto y final. Porque la muerte es eso, es el silencio de no poderla respirar.

domingo, 14 de noviembre de 2010

TERAPIA SEGUNDA.

Cuando la amistad se romantiza, se pierde al amigo en busca
del  romance. 
Cuando el romance finaliza, se pierde a la persona en busca de
un nuevo amigo. 
"No esperes que te quieran, espera que te abracen"

Amistades peligrosas.

Desde que los pájaros empezaron a sangrar con miradas inquietantes que se deshacían en las madrugadas de un servidor, no habían vuelto a ver mis ojos tal espectáculo como anteriores desdichadas atracciones sensuales.  Se trata de recuerdos que vagan en la mente de uno tan lentamente que se facilita su circulación con sonrisas rutinarias dedicadas a  una femenina ajenidad.

El pánico de la incertidumbre invade el fondo del mar provocando mareas que inundan a uno, extremándole contra vientos procedentes de lugares que conoció en aquel crepúsculo matutino. Resisten los cimientos positivos de la vida que anduvimos desafiando cuando las promesas se alejaban del odio y crecían para siempre en una amistad que dejamos atrás.

Se enfrentaba uno al infinito de las fronteras transparentes que separaban débilmente caricias desgarradoras con abrazos espontáneos en condición de terapia amigable. Se consumía uno al derretirse contra los metales ardientes de los sueños que generosos ofrecían tu visión con su característica oscura nitidez.

Crece el escepticismo de evocar soluciones que no consideramos oportunas por el recelo que nace del consenso diferente de nuestras desorbitadas mentes. Uno siente que necesita la ambición que en ti puede proporcionar, solo uno. Se suma a la lista negra alguien que destroza la ilusión vertida de brillantes enterrados con el consiguiente de ser apaleados mientras uno se carboniza en el fuego de su realidad.

viernes, 5 de noviembre de 2010

NOSTÁLGICOS ANTECEDENTES.

"Cuanto menos se pestañee 
más frío será el mundo"




"La imaginación condiciona indiferencia a la vista"


Una fantasía sexual como otra cualquiera.

Tengo la responsabilidad de matar a mis amigos uno a uno, despacio. Hacerles sufrir hasta que caigan rendidos a mis pies, mientras les corto las extremidades superiores con tanta maldad que no aguanto y empiezo a reír.

Escuchar sus sordos aullidos y ver cómo se desangran con tanta rapidez me excita. Los mato porque me siento el rey del mundo, y aquí debo mandar yo.

Tengo la obligación de dispararles en los dientes y forzarles a que sonrían. No puedo evitar reírme de ellos, son feos, provocan náuseas y... ahora les exijo que se hagan sus necesidades encima. Perfecto, ahora encima huelen mal.

Los abofeteo con sus propios brazos que momentos antes les he amputado. "No te pegues, ¿por qué te pegas?" Para fulimnarlos practicaré la necrofilia con cada uno, lo grabaré en vídeo y me cegaré cada noche con mi obra maestra.

lunes, 1 de noviembre de 2010

RUTINAS ASCENDENTES.

 "Quien dictó las normas se olvidó de mandar asesinar a todos aquellos que nunca las incumplirían"


EL ENFADO.


- Hacía mucho tiempo que usted no venía por aquí.

- No he sentido esa necesidad, y sigo sin sentirla.

- ¿Entonces qué está haciendo aquí?

- Algo tengo que escribir.

- ¿Se encuentra bien?

- Nunca me he encontrado mejor.

- ¿Qué le ocurre?

- ¡Ya se lo he dicho! ¡Algo tengo que escribir!

- No me resulta convincente, ni su respuesta ni su escrito.

- Usted solo está aquí para preguntar, no para opinar.

- Y usted no sabe quién soy yo, ni qué es este lugar. Y pondría en duda si conoce su verdadera identidad.

- Sé quién no es, dónde no estoy y cuál no es mi nombre. ¿Y quiere que le diga algo más? ¡Es usted moreno!

- ¿Qué soy qué, ha dicho? Mire, haga el favor de irse y volver cuando esté más calmado.

- Un placer perderlo de vista.

- El placer es mío viéndolo marchar.

jueves, 30 de septiembre de 2010

TERAPIA PRIMERA.

El mejor día de mi vida.

Cuando me levanto sé que voy a pasar el mejor día de mi vida. Empiezo desayunando una mirada de buenos días que me brindas al vernos pasar y acompañas el momento con una sonrisa que brilla en mis todavía ojos de dormido.

Al mediodía conversamos convirtiendo nuestras palabras en sinfonías tan perfectas como el sonido del mar. Y al mar te llevaría para escribir nuestros nombres en la arena con tanta seguridad que ni la propia lluvia podría borrarlos jamás.

Corremos el uno detrás del otro parando el tiempo a nuestro alrededor. Que ni siquiera existamos para el mundo, que el mundo solo exista para nosotros. Que no nos vea nadie porque yo solo quiero verte a ti. La ciudad es nuestra, nosotros de nadie.

Jugamos a mirarnos, a mirarnos para siempre, buscando la soledad para que ni el aire hable de nosotros. Protagonistas del mejor día de mi vida, y de la tuya, acabando con los sueños porque se están convirtiendo en realidad.


Atardece al parpadear, te dejo la chaqueta y mientras cae la noche te conviertes en la oscuridad perfecta. Me dejo llevar, lo cercano se hace eterno, la eternidad dura un instante. Ese instante toda una vida.

De madrugada me asomo a la ventana abrigado por la fría brisa marina. Ya no estás, pero mirando al horizonte te veo reflejada en una estrella, tú debes ser mi estrella. Entonces te sonrío, te doy las buenas noches y me voy a dormir. Feliz, muy feliz, porque sé que a la mañana siguiente, cuando me levante, pasaré de nuevo el mejor día de mi vida.

martes, 21 de septiembre de 2010

Rutinas ascendentes.

LA AMISTAD.


- Hola y bienvenido de nuevo aquí. ¿Qué tal ha pasado estos días?

- Buenas tardes, un honor estar de nuevo a su lado. Han pasado dos semanas y la única conclusión a la que he llegado es que al parpadear la vida sigue estando viva.

- ¿Quiere decir que han sido dos semanas intrascendentes?

- Yo no lo definiría así, todo tiene sus consecuencias y por tanto adquiere cierta importancia.

- ¿Y qué importancia le da usted a la amistad?

- Una persona es quien es gracias a sus amigos, así que fíjese usted qué importancia debe tener.

- ¿Son entonces los amigos los mejores consejeros?

- No precisamente. Los amigos trabajan para que la vida que uno quiera emprender tenga un camino más fácil.

- ¿Y cree usted que sus amigos están haciendo un buen trabajo?

- Cuando yo no sabía ir en bicicleta, mi padre aguantaba el sillín por detrás para que yo pedaleara sin caerme. Al cabo de unos metros me soltaba para que fuera solo. A veces me caía, otras no. Hasta que llegó el día en que nunca más me caí.

- ¿Qué me está queriendo decir?

- La amistad existe cuando menos se necesita. El día que ya no necesité a mi padre para que me enseñara a ir en bicicleta fue cuando más me di cuenta de lo que él había conseguido. Mis amigos igual. Sí, hacen un gran trabajo.

- ¿Qué considera más importante entonces, el amor o la amistad?

- El uno es la complementación perfecta del otro. En el corazón de cada persona está el decidir cuál es cuál.

- ¿Le gustaría tener infinidad de amigos?

- La amistad mejor que sea minoría absoluta.

- ¿Odia usted a alguien?

- El odio es el amor desenfrenado. Aún no he llegado a ese extremo.

- Un gusto escucharle hablar. Espero verle pronto.

- El gusto es mío. Gracias y buenas noches.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Rutinas ascendentes.

LA BIENVENIDA.

- Hola y bienvenido, ¿qué tal se encuentra?

- Hola y gracias por la invitación. Yo estoy bien; bien es la muletilla perfecta cuando a uno le preguntan qué tal está.

- Las muletillas son mentiras fáciles que el ser humano ha tenido que inventar para sobrevivir, ¿no cree?

- Las mentiras marcan la felicidad, mientras que la verdad se encarga de la realidad.

- Bueno, empecemos. ¿Qué es de usted? Es decir, ¿qué le pasa por la cabeza?

- Momentos, pasados y futuros.

- ¿Y presentes no?

- El presente no existe como momento, el presente simplemente es un destello.

- ¿Y con qué momentos se queda, con los pasados o con los futuros?

- Los futuros siempre son perfectos, con una mujer perfecta, unos hijos perfectos, un trabajo perfecto. En fin, la vida perfecta.

- Soñar es gratis.

- Soñar es gratis para los que se conforman solo con soñar.

- Pero si la perfección no existe…

- Suena paradójico, pero a veces lo perfecto es aquello que te gusta sobre todo por sus defectos.

- Me da la sensación, por sus respuestas, que es un tipo sobrado de optimismo, eso o es que está enamorado.

- (Risas) Estoy enamorado sí, pero de lo que respiro. La vida es para los vivos, y yo lo estoy. Y para colmo me puedo permitir todo tipo de lujos, como el hablar con un amigo, el tener un plato en la mesa para comer, el poder estudiar lo que yo quiero. Si no estuviera enamorado, sería una desconsideración por mi parte.

- Poca gente se para a pensar en esos detalles tan vitales. ¿Usted siempre los tiene en mente?

- Todos tenemos problemas y el derecho a preocuparnos por ellos. Pero eso no nos elude de la realidad, y la realidad está en la mente de cada uno.

- Buena suerte amigo, y hasta la próxima.

- Un abrazo, buenas noches.