martes, 9 de febrero de 2016

DIARIOS DE JUVENTUD




Al principio todo es de colores.

Papá me cambia los pañales mientras mamá prepara papas fritas.

Afuera llueve, pero la profe me explica que el agua cura los prejuicios de la gente y yo quiero que llueva.

En casa hay dinero y nos vamos de viaje.

El avión nunca se cae si piensas que tú también eres un pájaro.

A las atracciones de Disney no puedo subir si no rebaso el límite.

Papá dice que se meten conmigo porque quisieran ser como yo.

Yo no entiendo que alguien quisiera ser tan raro.

En clase los chicos ya besan a las chicas y las chicas ya se enamoran de los chicos.

Descubro que hay placer en el contacto de mi mano con mis piernas.

Mamá llora a escondidas y papá la acaricia y le da besos.

Yo saco buenas notas aunque me meto mucho en líos.

Corro a decírselo a papá que ahora vive con los médicos.

Luego me canso de correr y me compran una moto.

Un chico me da una paliza y me dice que la poesía es de maricas.

Me miro al espejo y me pregunto si me gustarán los chicos.

Aprendo a besar con lengua y no a hacer círculos con ella.

En el instituto hago el amor por primera y última vez.

Luego solo hago que follar.

La gente que antes se metía conmigo ahora me pide el número.

Papá ya ni siquiera vive con los médicos y dicen que ahora soy el hombre de la casa.

Yo no quiero serlo, a mí la palabra hombre me da asco.

Me gradúo, me enamoro, estudio una carrera y me da igual si llueve o no.

Los colores gris y blanco invaden los recovecos de mi cuerpo.

Dejo de ser diferente y echo de menos cuando los chicos me insultaban en el cole.

Me canso de la moto y me compro unas zapatillas de correr.

Correr también es de maricas. Yo les digo que les den.

Fracaso en mi búsqueda de alguien a quien acariciar y también dar besos.

Me canso de la rutina de las noches de vómitos y sexo.

Debe de ser tan bonito vivir en la órbita del amor correspondido.

No hay zapatillas de correr que lleguen a ese espacio.

Tendré que buscarme un trabajo y dejar de crear historias.

Pero mientras tanto, yo sigo escribiendo.

Y la vida es una mierda.


Pero voy tirando.

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