lunes, 5 de diciembre de 2011

Efemérides efemérides


Loco 

Me han entrado ganas de escribirte unos versos,
y con un vistazo al pasado me agarro a este papel,
intentando recordar cada detalle,
pensando en las razones que hacen especial esta sensación única.

Hay tanta gente, y tantas enfermedades,
que todo este episodio se tiñe de un negro color,
como un inerte corazón al que le toca descansar.

Dicen que el tiempo se acaba encargando de aliviar el dolor,
pero a mí no me cicatrizan las heridas
y el viento insiste en soplar en contra.

La historia juega a nuestro favor.
Me quedan fotos y el recuerdo de una puesta de sol.
Algún parque, la salida del colegio y la hora del almuerzo.
El mar ya no es azul y en el bosque arrasa el fuego.

Quiero volver a perderme entre tus brazos,
pero noto que me caigo y me hago daño porque no existe tu piel.
¿Dónde están tus manos? Ya nunca más las sentiré.

A lo lejos se oyen voces gritando y nadie está hablando.
¿Qué está pasando aquí?  No lo logro comprender.
Me hundo en la sinrazón. Nadie me ha dado explicaciones.
Y si he perdido la cordura, me queda la inmensidad como consuelo.

El mundo duerme cuando me despierto yo,
porque yo ya no quiero dormir.
Mi vida es para ti, ya no quiero dormir, no,
a no ser que sea para toda la eternidad.

Ya no hay nadie en el sofá.
La habitación se ha quedado a oscuras
Ya nadie se queja de madrugada
Y no me gusta este silencio radical.

Tampoco quiero  más paisajes,
prefiero inventar lo que me queda por vivir.
Al menos sé que me oyes pero mi voz no te alcanza.

Sin duda, colega, merece la pena estar loco.

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