El sofá en el que hicimos el amor dormidos
Somos
dos cuerpos reclutados cada uno en un sofá. Dos incondicionales presos del
sueño que se apodera de nosotros. Dos gladiadores entrometidos con inocencia en
una ventisca de sentimientos, conocedores de que este será nuestro último
aliento, conocedores de una verdad que me atormenta, de una angustia que me
ofusca y un misterio que me enamora. Sigo escribiendo nuestra historia pese a
que otro es el que te dibuja. Aunque si te soy sincero, ahora mismo me sobran
las palabras y no le hago caso a la realidad que existe más allá de este sofá. Me
excita mucho este silencio, pero hoy no haremos el amor, será el amor el que
nos haga a nosotros. Te estás quedando dormida y, por desgracia, mañana será
otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario