domingo, 23 de enero de 2011

NOSTÁLGICOS ANTECEDENTES

Hoy me toca brindar

 La tristeza del mejor recuerdo siempre se antecede.
                                                   
"No estás solo como siempre, estás solo como nunca"

Por todo lo que nos ahoga al despertarnos, por toda la angustia que aguantamos, por todas las conversaciones sin sentido, por lo tontos que parecemos a veces, por lo tontos que somos, por la sonrisa mediocre que ponemos creyendo que somos una monada.

Por todo lo que se nos levanta cada mañana, por todo lo que agachamos a la fuerza cuando estamos de pie, por todo lo que imaginamos cuando te miro a la cara, por todo lo que imaginas y la cara de asco que pones , por todo lo que mentimos unos y otros.

Por todo lo que sudamos delante del ordenador, por todas las fotos que tenemos en una carpeta y ninguna es nuestra, por todo lo que te doy en un minuto, por las lágrimas que luego se derraman solas, por el sentimiento de culpa que nos lleva a la cama y nos ahoga al despertarnos.

Por toda la fuerza que hemos desarrollado, por lo sucios que nos sentimos, por la repugnancia que nos acecha, por la soledad que nos ha convertido en enfermos, por las cosas que te haríamos, por lo poco que te hemos hecho.

Por todo lo que mentimos, unos y otros, por todas las barbaridades que podemos llegar a soltar, por lo diferentes que somos a los demás, por lo raritos que somos para otros, por lo que te queremos, por lo poco que nos quieres, por lo poco que nos importa.

Por todas mis vidas, por todos mis “yo” que hoy consiguieron ponerse de acuerdo, por todos nosotros que por fin somos uno, por todos ellos que consiguieron querer lo mismo, lo que yo quiero, lo que te quiero, lo poco que me quieres, lo poco que me importa.

lunes, 17 de enero de 2011

TERAPIA QUINTA


Mi amiga Forrest Gump



Si no he llorado en estos días es porque no sé dónde escondo las lágrimas que no hablan de ti. Y si lo estoy haciendo ahora es quizás porque otra ocupó tu lugar. Por eso, hoy, cuando una imagen tuya recorrió mi vista de chino mandarín, he odiado tanto ese instante que me he puesto a escribir.

Las palabras no se conducen en silencio, y Forrest Gump ha decidido entrar por mis oídos de diminuto roedor en forma de banda sonora. Tal vez sean tiempos de sueños que se cumplen, incluso aunque los cuentes, pero estoy ciego, tan ciego que incluso no veo la luz clara que tanto llegué a creer alcanzar. No me gusta que todo sea como siempre, que no haya variedad, que olvidemos el pasado que nos hizo cambiar.

Si no he soñado en estos días es porque ya no sé si quiero soñar. Y si lo estoy haciendo ahora es quizás porque un daiquirí de madrugada me enseñó que con los sueños es mejor inventar. Por eso, hoy, cuando he dibujado una sonrisa con mi boca de piñón piñonero al oír hablar de ti, he ansiado tanto estar en ninguna parte que hubiera estado en cualquier lugar.

La luz está apagada y me imagino a Forrest corriendo sin mirar atrás. Cuánto nos parecemos señor Gump, pienso. Si yo hubiera echado un vistazo al pasado, la vista adelante no auguraría un mal final. Tal vez es el perfume que no sé a dónde voló, o yo volé, buscando con mi nariz de perro labrador ese olor tan personal del que no me enamoré, tan simple como que solo era necesario para sonreír.

Si no he vivido en estos días es porque ya no queda nada para sentir. Y si estoy sintiendo ahora es, quizás, porque Forrest Gump observó a su novia marcharse de este mundo por enfermedad. Tal vez pronto deje de escribir desde un lejano lugar y todo vuelva a esa normalidad que tanto te gusta nombrar. Pero las enfermedades siempre están ahí, y a veces no se pueden superar. Yo he dejado de correr y con mis dedos de pequeña humanidad toco una imagen que añoro como un loco sideral. 

Ahora me voy a soñar, pues esta enfermedad no tiene cura, y si me dan a elegir, por favor, que esta vez no sea crónica, sino mortal.

jueves, 13 de enero de 2011

RUTINAS ASCENDENTES

Las cucarachas
"No es lo mismo ser fantasma que invisible"
- Fíjese usted, ya empezaba a echarle de menos.

- Necesitaba un disco y varias copas.

- ¿Qué tal se han portado sus sueños durante este tiempo?

- Una chica; la chica. Yo, yo también estoy. Jugamos a matarnos.

- Gracias a ella usted y yo nos conocemos.

- Y las terapias son nuestros recuerdos, o lo que imaginé que sería el silencio del universo para siempre.

- ¿Recuerda el primer día que estuvo aquí conmigo?

- El día de la bienvenida, le mostré un optimismo tan profundo y surrealista a la vez  que podía llegar a sentir el miedo atravesar mi piel.

- ¿Miedo?

- Le cuento. Era sonreírle a la vida, pero no a ella. ¿Y los que no pueden sonreír y en cambio están tan vivos como yo? O tal vez no, no estén tan vivos. Los veo por las calles continuamente, en hospitales, chabolas derruidas, debajo de los puentes. Hay cucarachas más vivas que esa gente. Y a nadie le gustan las cucarachas.

- Pero las cucarachas no tienen la culpa de ser cucarachas, ¿no es eso?

- Más vale sentir lástima que asco.  Luego presumimos de vestidos, de zapatillas, de novias o novios temporales, cuando realmente de lo que podemos presumir es de vida. ¿Y qué es de la vida de la gente que nadie ve ni quiere ver? ¿Qué es de la vida de los hijos de esa gente?  Sinceramente, no es lo mismo ser fantasma que invisible.

- Lo paradójico es que en las peores casas hay cucarachas que no lo quieren ser, y  en las mejores hay cucarachas que no saben que lo son.

- En mis sueños las cucarachas han dejado de existir para siempre.

- ¿Y usted cree que existe para ella?

- Ahora solo existo en un papel y nadie va más allá de estas líneas. Existimos hasta que alguien nos deja de leer. A día de hoy pienso que ella es analfabeta, o que lee a Shakespeare.Todavía no lo sé.

- Para mí es un placer poder leerle cada vez. Un abrazo amigo.

- Hasta la próxima.