El cigarrillo
Está
llorando. No lo logro comprender. Está llorando y nadie es capaz de consolarla.
Esos hombres que la rodean son puros espectadores de sus lágrimas. Y ella sigue
llorando. Se miran todos desconcertados y se encogen de hombros. Está llorando
y grita desesperada. Nadie se atreve a preguntarle nada. Ella llora y tirita de
frío. Parece que sus berrinches van para largo. Me ofrecen un cigarrillo,
pero nadie tiene encendedor. Alguien le pregunta a la chica si nos presta su mechero. Ella deja de llorar y contesta:
- Sí,
claro. Aquí tienen. Pueden quedárselo.
Aspiramos
el humo del cigarrillo con total serenidad. Y ahí, en el suelo y arrodillada, ella
ha comenzado a llorar de nuevo.
Hola Mario, estic treballant un poemari amb la temàtica que has tractat al text. M'agrada la seqüència, i tot el buït que deixa pensar la raó per la que ella plora tant, així que plenar-lo nosaltres és sempre d'agraïr a l'escriptor, m'agrada eixe espai entre emissor-receptor. Sempre escrivivint!! que vaja bé.
ResponderEliminarEscrivivint, magnífica paraula. Sempre he pensat que cal llegir com escriptor i no simplement com lector. Ella plora per moltes raons, que cadascú trobe la seua. Almenys jo no fume... Moltes gràcies...
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