Desayuno con diamantes
Pasó las noches en las fiestas del glamour
buscando sitio en lo más alto de la cima, dejando a un lado su talento y
acomodando su cuerpo en las garras de adinerados caballeros. No la culparé
jamás por ello, ni hablaremos del pasado que nos atormentaba en soledad. Probablemente
solo nos dediquemos a dar largos paseos matutinos por la gran manzana para que
nunca olvide nuestra esencia, que es la esencia del amor.
Quizás nunca fue la actriz que tanto deseó
ser, una estrella que eclipsara Hollywood con su arte y su belleza. Por eso me
recordaba tanto a mí, porque mis novelas publicadas acumulaban polvo en las bibliotecas
y mi sueño se truncaba a pesar de tanto esfuerzo. No obstante, nos diferenciaba
mi constante lucha y su fea costumbre de encontrar el encanto en la
superficialidad.
Apareció pues, un nuevo sueño al que
aferrarme: esas ganas locas de apartarla de todos aquellos canallas que nunca
vieron la persona, sino la mujer; y conseguir que solo fuera mía para que la
dependencia que surgiera entre nosotros nos independizara del resto de la
gente.
No me gustaría escribir este final porque si
les soy sincero espero que no lo haya. Al fin ella comprendió que los días
rojos se los lleva el viento, que la riqueza no compra dignidades y que los
diamantes los lleva tatuados en su cuerpo, y que por eso su piel brilla en la
más profunda oscuridad.
Ahora todo tiene un nombre, hemos vuelto a la
realidad más necesaria. Ahora todo tiene un nombre, salvo el gato, al que hemos
pensado llamar Tiffany’s. Pero pregúntenle a ella, yo ya no recuerdo ni por qué.
Me encanta esta peli :)
ResponderEliminarY Moon River también ;)
ResponderEliminar