Beso en la Avenida York
Corrió esquivando el tráfico de
personas que se amontonaban a su paso. Se deslizó entre lentos transeúntes,
carritos de bebés inmóviles e innumerables animales de compañía. La acababa de
ver pasar hacía tan solo unos segundos pero la había perdido entre la multitud.
Actuó con rapidez y cuando consiguió cruzar la Avenida York, pese al semáforo en
rojo, dio con aquella chica. Era ella, sin duda.
- ¡Espera! No te muevas, que tienes
un besito en la mejilla.
Instantes después, el semáforo de
la Avenida York se puso en verde.
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