domingo, 12 de junio de 2011

TERAPIA DÉCIMA

Gigantes

"El mundo se encoge por cada paso de gigante que nosotros damos"

 


Después de varios silencios decidí abrazarme al único ramillete de vida que me quedaba. Había recorrido tantos lugares, tanto tiempo había pasado que el mundo se había encogido por cada paso de gigante que yo había dado.

A mi alrededor cientos de curiosos se sorprendieron por el momento, sin hablar, contemplando cada rincón que estaban dejando atrás. Y como no, imágenes que ponen el vello de punta vienen a mi memoria en el mismo instante en que escribo estas líneas.

Cuando sonó la última canción se aproximaba nuestra fecha de caducidad. Habíamos hecho historia, éramos la leyenda viva de todos aquellos que habían quedado por el camino, que no habían podido estar a nuestro lado para acompañarnos en aquel baile final.

En mi cabeza suena todavía aquella música, y sonará para siempre en cada alma allí presente. Luego, entre risas, aplausos y lágrimas que desmaquillaban nuestros rostros, nos enfrentamos nuevamente a nuestros sueños.

Después de varios silencios las puertas se abrieron para todos de par en par. Un paso hacia delante, una mirada perdida, una mano que nunca hay que soltar. Entonces cada uno elige su nuevo viaje para tratar hacer de su vida el mejor lugar posible.

Y el tiempo sigue corriendo, y muy lejos quedan todos ahora de aquellas puertas. Ya no se puede ver a nadie, pero igualmente no dejo de sonreír. Porque lo habíamos conseguido, porque fuimos los gigantes que más se quisieron en el mundo.

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