El chupapollas
-¡Abre la puerta, Rai! Soy tu hermano Fede. Haz el favor de
dejarme pasar.
-Jodido Fede, eres el cabronazo más inoportuno que conozco-
le dije de camino a la entrada dispuesto a abirle.
-¿Qué cojones te pasa Rai? ¿Es que no te alegras de ver a tu
hermano pequeño?- Fede echó la vista hacia el sofá - ¿Qué mierdas haces tú
aquí?
Jota estaba tumbado fumando no sé qué mierda:
-¿Que qué hago yo aquí? Estábamos dándole al coco, nene.
-Sí, Fede, estábamos marcándonos unos temas. – añadí yo.
-¡Maldito chupapollas! ¡Nos has hecho perder el hilo! – atacó
Jota a mi hermano.
-Cierra el pico. No me extrañaría que tú también perdieras
aceite. Todo el día aquí, en casa de mi hermano…
Se levantó Jota del colchón y fue directo a mi hermano con
el puño de la mano preparado.
-Estate quieto, Jota – intervine – No vuelvas a llamarle chupapollas. Fede es mi
hermano de sangre, ¿te enteras?
-¡Maldito Rai! ¿Ahora te pones de lado de Fede? Él no es de
los nuestros. Le van los culos y las pollas arrugadas y peludas. Y yo también
soy hermano tuyo, somos hermanos de sangre de la misma
aguja. Al menos antes, cuando eras de los míos.
-Jota, cierra el pico de una vez. Fede será un chupapollas,
pero ¿quién no lo ha sido alguna vez? Yo, sin ir más lejos, lamí el culo de
Lydia hasta el día de su muerte- Empecé a alzar la voz cada vez más mientras
mi hermano contemplaba mi discusión con Jota sentado en la banqueta- Además,
¡qué cojones! Más vale ser un chupapollas que un pollachupada. El chupapollas
es el que da los lametazos, el que controla la situación. ¡EL CHUPAPOLLAS ES
DIOS! ¿TE ENTERAS? –suspiré, le di un trago largo a la cerveza y continué con
mi discurso - ¡Va por ti Lydia, querida!– y estampé la botella contra la pared.
Jota seguía fumando crack, guiñó un ojo a Fede y empezó a
tocarse un nuevo tema:
-Lo he titulado “El chupapollas del hermano de mi colega”.
Espero que os guste.
Los tres empezamos a reír:
-Algún día os presentaré a mi novio y desearéis ser yo. Os
aviso de que es cubano y se llama Zwambo. Y ahora si no os importa, servidme un
trago, he tenido un día horrible.
El mundo está lleno de maricones, drogas, perdedores y algún
que otro suicida desahuciado. Sé que no te gusta, pero a mí tampoco me gustas
tú. En paz, amigo.
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